En
las tardes frías de invierno el teatro es una buena opción para
pasar un buen rato y no siempre un buen espectáculo ha de salirse de
nuestro presupuesto. Es el caso de Cosmètica de l'enemic, en
la sala Muntaner. La obra trata de como Jerome Angust (Xavier Ripoll)
es abordado por un desconocido, un hombre llamado Textor Texel (Lluis
Soler) en una sala del aeropuerto mientras espera un vuelo con
retraso. Textor obliga al otro a escuchar un relato sobre su vida,
extraña, inquietante y criminal. Primero Jerome intenta resistirse
pero empieza un combate, un tira y afloja donde los pecados, la
culpabilidad y la confesión salen a la luz.
Es
una obra basada en un libro de Amélie Nothomb, una de las autoras
belgas más populares y internacionales. Algunos de sus éxitos son
Higiene del asesino
y Estupor y temblores. Varias de sus novelas se basan en un
único diálogo entre dos personajes y su obra está marcada por
personajes de rasgos extremos.
El
lenguaje directo, la palabra en definitiva es la protagonista
principal. La confesión para disminuir un sentimiento de
culpabilidad, la venganza y como afloran los pecados de uno y de
otro. La obra está magníficamente interpretada por Lluís Soler,
lleno de fuerza y que controla toda la situación. Xavier Ripoll pasa
de la serenidad de la espera a la desesperación y la locura. Ambos
actores están impecables.
Es
una representación muy recomendable, con un giro inesperado y que
demuestra que con solo dos asientos, una tarima y dos buenos actores
se puede hacer muy buen trabajo.
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