miércoles, 6 de marzo de 2013

INJUSTICIAS DE LOS OSCARS



 
 
Recientemente se ha celebrado la ceremonia de entrega de los premios Óscar. En esta edición todo ha estado muy repartido. Pero no siempre los premios están al gusto de todos y sobretodo no siempre gana quien más se lo merece. Ha habido y habrá grandes injusticias.

Muchos grandes directores nunca obtuvieron un Óscar.
Alfred Hitchcock, uno de los grandes de la historia del cine, se quedó cerca en varias ocasiones. El director inglés estuvo nominado por Rebeca, Náufragos, Recuerda, La ventana indiscreta y Psicosis, pero en ninguna de ellas consiguió el galardón a mejor director. Sorprende que ni siquiera estuviera nominado por obras maestras como Encadenados, 39 escalones, Vértigo o Con la muerte en los talones y sólo ganó el de mejor película por Rebeca.

Charles Chaplin fue el primer gran director de la historia del cine. Pero nunca recibió un Óscar como mejor director, ni tampoco como actor. Sólo consiguió uno por su colaboración en la banda sonora de Luces de la ciudad y después el honorífico, realmente una pena.

Stanley Kubrick, otro genio del cine y otro director no muy querido por la Academia. Ni La naranja mecánica, ni Espartaco, ni ¿Teléfono rojo? volamos hacia Moscú, ni siquiera El Resplandor consiguieron que ganara el galardón a mejor director.

Howard Hawks se une a este grupo de grandes directores sin premio. Sólo tuvo una nominación por El sargento York y no consiguió nada con algunas de las mejores películas de la historia como Scarface, La fiera de mi niña, El sueño eterno, Tener y no tener o Río Rojo.

Para completar el número de directores olvidados hay que añadir a Ernst Lubitsch, genio de la comedia y autor de Ser no ser y Ninotchka.

¿Y qué pasa con los actores? También hay muchos de los grandes que no consiguieron ninguna estatuilla pese a merecerlo.

Empezamos con Cary Grant, uno de mis favoritos, sólo obtuvo dos nominaciones por dos películas de calidad menor como Serenata nostálgica y Un corazón en peligro. En cambio no lo logró por sus magnificas interpretaciones en Luna nueva, La fiera de mi niña, Historias de Filadelfia, Con la muerte en los talones o Encadenados.

Barbara Stanwyck es otra de las grandes sin premio. Consiguió la nominación en cuatro ocasiones por Voces de muerte, Perdición, Bola de fuego y Stella Dallas. En 1982 recibió el Oscar honorífico.

Tampoco lograron estatuilla Lauren Bacall, Glenn Ford, Rita Hayworth, Greta Garbo.

Paul Newman estuvo nominado en seis ocasiones por grandes interpretaciones como El buscavidas o La leyenda del indomable pero recibió el Óscar honorífico en 1986. Un año más tarde ganó como mejor actor por El color del dinero por una interpretación no tan buena como las anteriores.

Concretando un poco más en el año 1999 ganó Roberto Begnini por La vita e bella, pero su actuación no se puede comparar a Edward Norton en American History X. Otra gran injusticia fue en el año 2000 cuando la ganó el Oscar a mejor actriz la novia de America Julia Roberts, pero se lo merecía sin lugar a dudas Ellen Burstyn en Réquiem por un sueño, por su interpretación de una mujer obsesionada con su delgadez y adicta a las anfetaminas.

Todo cinéfilo conoce las bandas sonoras de Ennio Morricone y sorprende que nunca haya estado nominado.

En el premio de Oscar a mejor película también ha habido muchas sorpresas y grandes olvidadas.
En 1976 ganó Rocky a mejor película y mejor director. Estuvo nominada junto a Todos los hombres del presidente y Taxi Driver, sin dudarlo muy superiores. Hay que apuntar que Silvester Stallone también estaba nominado a mejor actor pero no lo ganó.

Blade Runner, la obra maestra de Ridley Scott, sólo obtuvo en 1983 dos nominaciones menores (efectos especiales y dirección artística), sin conseguir premio. Los académicos no quisieron premiar una película de un género considerado menor como la ciencia ficción. Pero Blade Runner es mucho más que eso, es una película de culto.

En 1994 los académicos no se atrevieron a premiar una película trasgresora y formalmente novedosa como Pulp Fiction de Quentin Tarantino, en cambio sí premiaron la políticamente correcta Forrest Gump.

En 1998 ganó Shakespeare in Love, dejando sin estatuilla a Salvar al soldado Ryan, La delgada línea roja o La vida es bella.

En el año 2000 obtuvo el premio a mejor película Gladiator venciendo a Réquiem por un sueño, que ni siquiera estuvo nominada.

Otra de las grandes injusticias fue en 2002 Chicago venció a El Pianista y quedó afuera de la nominación Atrápame si puedes.

1 comentario:

  1. Fantástico recopilatorio de injusticias! Me encantan los oscar, pero algunas decisiones son increíbles... Especialmente memorable Ennio Morricone y vergonzosa su ausencia. Un saludo.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...